Perú se encontraba atrapado por la violencia. La selva central agonizaba. Sendero, el ejército peruano y los nativos asháninkas peleándose el territorio. Camino a las comunidades asháninkas del Río Ene, desde Satipo a San Ramón, pasando por Yurinaki, y Quivinaki. los controles del Ejército Peruano en la carretera realzaban sus operativos deteniendo a integrantes del grupo terrorista Sendero Luminoso. La primera incursión a la Zona Asháninka, reporteando para el programa PANORAMA en canal 5, PANTEL del Perú, nos encontramos con una realidad impactante. Los nativos asháninkas del Ene nos miraban en silencio, desnutridos y enfermos, con la tristeza acostumbrada y el alma opaca.
La ausencia absoluta del Estado en la atención de sus connacionales más olvidados, castigados en su propio territorio por el enemigo invasor. Entonces lo hicimos visible, en televisión y medios escritos. Organizamos campañas con médicos voluntarios, atravesando con canoas los ríos, llevando alimentos, semillas, medicinas solidarias de un Perú que comenzaba a conocer a los habitantes de su propia tierra, la selva central, las Comunidades Nativas Asháninkas de los Ríos Ene, Tambo, Apuímac. Mantaro y Perené. Conocida por el ejército y el Estado como zona VRAEM.
Fotografías Kodak negativo color 400 asa. Cámara Nikon F. Gran angular F.2
Médico locales y del ejército curaban a los que encontraban a su paso por las Comunidades Nativas Asháninkas del VRAEM
Perú se encontraba atrapado por la violencia. La selva central agonizaba. Sendero, el ejército peruano y los nativos asháninkas peleándose el territorio. Camino a las comunidades asháninkas del Río Ene, desde Satipo a San Ramón, pasando por Yurinaki, y Quivinaki. los controles del Ejército Peruano en la carretera realzaban sus operativos deteniendo a integrantes del grupo terrorista Sendero Luminoso. La primera incursión a la Zona Asháninka, reporteando para el programa PANORAMA en canal 5, PANTEL del Perú, nos encontramos con una realidad impactante. Los nativos asháninkas del Ene nos miraban en silencio, desnutridos y enfermos, con la tristeza acostumbrada y el alma opaca.
La ausencia absoluta del Estado en la atención de sus connacionales más olvidados, castigados en su propio territorio por el enemigo invasor. Entonces lo hicimos visible, en televisión y medios escritos. Organizamos campañas con médicos voluntarios, atravesando con canoas los ríos, llevando alimentos, semillas, medicinas solidarias de un Perú que comenzaba a conocer a los habitantes de su propia tierra, la selva central, las Comunidades Nativas Asháninkas de los Ríos Ene, Tambo, Apuímac. Mantaro y Perené. Conocida por el ejército y el Estado como zona VRAEM.
Fotografías Kodak negativo color 400 asa. Cámara Nikon F. Gran angular F.2
Perú se encontraba atrapado por la violencia. La selva central agonizaba. Sendero, el ejército peruano y los nativos asháninkas peleándose el territorio. Camino a las comunidades asháninkas del Río Ene, desde Satipo a San Ramón, pasando por Yurinaki, y Quivinaki. los controles del Ejército Peruano en la carretera realzaban sus operativos deteniendo a integrantes del grupo terrorista Sendero Luminoso. La primera incursión a la Zona Asháninka, reporteando para el programa PANORAMA en canal 5, PANTEL del Perú, nos encontramos con una realidad impactante. Los nativos asháninkas del Ene nos miraban en silencio, desnutridos y enfermos, con la tristeza acostumbrada y el alma opaca.
La ausencia absoluta del Estado en la atención de sus connacionales más olvidados, castigados en su propio territorio por el enemigo invasor. Entonces lo hicimos visible, en televisión y medios escritos. Organizamos campañas con médicos voluntarios, atravesando con canoas los ríos, llevando alimentos, semillas, medicinas solidarias de un Perú que comenzaba a conocer a los habitantes de su propia tierra, la selva central, las Comunidades Nativas Asháninkas de los Ríos Ene, Tambo, Apuímac. Mantaro y Perené. Conocida por el ejército y el Estado como zona VRAEM.
Fotografías Kodak negativo color 400 asa. Cámara Nikon F. Gran angular F.2
Perú se encontraba atrapado por la violencia. La selva central agonizaba. Sendero, el ejército peruano y los nativos asháninkas peleándose el territorio. Camino a las comunidades asháninkas del Río Ene, desde Satipo a San Ramón, pasando por Yurinaki, y Quivinaki. los controles del Ejército Peruano en la carretera realzaban sus operativos deteniendo a integrantes del grupo terrorista Sendero Luminoso. La primera incursión a la Zona Asháninka, reporteando para el programa PANORAMA en canal 5, PANTEL del Perú, nos encontramos con una realidad impactante. Los nativos asháninkas del Ene nos miraban en silencio, desnutridos y enfermos, con la tristeza acostumbrada y el alma opaca.
Fotografías Kodak negativo b/n 400 asa. Cámara Nikon F. Gran angular F.2